sábado, 22 de enero de 2011


No teatro, no filmoteca, no ciclos de música.

Nos construyen un tranvía desde la plaza circular hacia los centros comerciales.



Amigos, os pido un favor: no vayáis por donde os marcan, escuchad a nuestro Ortega y Gasset, siempre somos libres y responsables para decidir sobre nuestras vidas.

Que no os convenzan del determinismo. La vida por suerte es indeterminada, y todo fluye.

Kierkegaard, Nietzsche, Unamuno... nos quieren hacer ver como nosotros somos los que creamos el significado y la esencia de nuestras vidas.

¿Escucharéis sus consejos o los de nuestra clase política, la publicidad contaminante, la televisión, etc.?





Mas allá, mi granito de arena es abogar por priorizar una existencia pausada, sin dejarse caer en la ansiedad del s.XXI, en lugar de una vida estresante basada en el dinero. Un abrazo