domingo, 8 de marzo de 2009
Moonday
Cuando el ruido de su despertador ya había hecho levantarse a todas las personas de la casa menos a él, abrió los ojos y comprobó que ya llegaba tarde.
Tras tomarse su café y quitarse el pijama, se puso los pantalones, los zapatos, se enfundó su camisa de once varas, y salió a firmar un nuevo día con una flor azul en su bolsillo.
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