miércoles, 29 de abril de 2009

Es dulce el tormento


El tormento será duro, pero normalmente es como el limón: amargo en sí, aunque no deja de tener su toque de sabor. Dulce o amargo, no lo hago asco a ninguno de los sabores que la vida ofrece... si no fuera por la amargura, cuántas palabras no habría dicho, cuántas ideas no hubieran visto la luz. ¿Realmente merece la pena?... ¿Acaso tengo opción? Mi camino no está escrito, soy yo quien lo hace al caminar por los campos. Campos sembrados de rosales llenos de espinas, pero que igualmente guardan sus tesoros, corazones rojos llenos de historias que esperan ser.

Monteverdi, Dowland... ellos son mis maestros en el arte de saborear el tormento.





¿Es esta la mejor forma de vivir que he encontrado hasta ahora? ¿No buscar la felicidad constante, sino degustar el dulce y el amargo? ¿Rosas o espinas, rosas y espinas?
La duda es mi tormento... como siempre. !Cuándo podre por fin aprender a convivir con ella sin que me quite el sueño!!!! ¡¡¡¡¡Me siento culpable por no saber disfrutar de todas las pequeñas piedras, espinas y rosas que voy encontrando en el camino!!!!!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo como limones, nada más que decir.