miércoles, 7 de abril de 2010

No comment







¡Y cuando, tú, mi música, la música ejecutas,
en la feliz madera que al movimiento suena,
mientras gentil, controlas, bajo tus dulces dedos,
el acorde de cuerdas que encantan a mi oído,

envidio aquella teclas, que tan ligeras saltan,
a besar de tu mano la suave y dulce palma,
mientras mis pobres labios, dueños de esa cosecha,
ante la osada tecla, junto a ti se sonrojan!

Cambiarían su ser por ser así besados,
por vivir en aquellas danzarinas astillas,
por donde van tus dedos, gentilmente marchando.
¡Feliz muerta madera, más que mis labios vivos!

Si estas audaces teclas son así de felices,
que ellas besen tus dedos y yo bese tus labios.


Soneto 128; W. Shakespeare

1 comentario:

Jose Ramon Santana Vazquez dijo...

...traigo
sangre
de
la
tarde
herida
en
la
mano
y
una
vela
de
mi
corazón
para
invitarte
y
darte
este
alma
que
viene
para
compartir
contigo
tu
bello
blog
con
un
ramillete
de
oro
y
claveles
dentro...


desde mis
HORAS ROTAS
Y AULA DE PAZ


TE SIGO TU BLOG




CON saludos de la luna al
reflejarse en el mar de la
poesía...


AFECTUOSAMENTE


ESPERO SEAN DE VUESTRO AGRADO EL POST POETIZADO DE EL NAZARENO- LOVE STORY,- Y- CABALLO, .

José
ramón...