Ibn-Arabi, ese John Lennon del siglo XII.
Capaz de acoger cualquiera
de entre las diversas formas
mi corazón se ha tornado:
Es prado para gacelas
y convento para el monje;
para los ídolos, templo,
Kaaba de quien le da vueltas;
es las Tablas de la Tora
y es el Libro del Corán.
La religión del amor
sigo adonde se encaminen
sus monturas, que el amor
es mi práctica y mi fe.
Qué bien vendrían 9 siglos después estos versos a ciertas mentes empecinadas en ser obtusas, orgullosas de despreciar todo cuanto sale de su cuadrícula. Místicos de boquilla que aún creen que pueden poseer eso que llaman "verdad".
http://www.youtube.com/watch?v=s-pFAFsTFTI
jueves, 16 de enero de 2014
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