viernes, 2 de enero de 2009

Paráfrasis kakfkiana



















El transfigurador es una persona.

El transfigurador es una persona que se transfigura a sí misma.

Un actor, alguien que ha tenido momentos íntimos, ha contado secretos. Se ha guardado cosas sólo para algunos, incluso sólo para alguien. Y siempre en el fondo, lo que buscaba era
la sensación de estar en la escena de una película. Comportándose como un actor. Diciendo y haciendo lo que mejor quedaría en el guión.

Llegó a darse cuenta de esto. Fue consciente de que era un estafador, y además uno con mucha práctica.
Miraba a los ojos a la persona que le agradecía el ser una persona que iba siempre de cara. Y aunque se sintiera culpable, en el fondo se felicitaba por ver lo bien que lo estaba haciendo, lo gran actor que era.

Más tarde, un número frecuente de veces se propuso mostrarse siempre como realmente era.
Y siguió comportandose de la misma manera.
Porque él es realmente así: su forma natural es la de esconder algo diferente a lo mostrado. Su estado natural cuando está en compañía es la de estar fabricando escudos de caras, gestos y palabras.
Y si se comportase de otra manera ya no sería él.

El transfigurador no elige los cambios en su manera de ser, igual que el camaleón no elige sus cambios de piel, ni reflexiona sobre ellos, simplemente están en su naturaleza


El transfigurador es como el mosquito que va hacia la luz. Con la diferencia de que él ya sabe que acabará quemándose.
Él se sabe un globo en el que no para de entrar aire, y que algun día explotará. Y vive condenado hasta ese momento.

El transfigurador es una galaxia que nunca nadie ha visto, y que está deseando ser avistada. Es una persona conservada en el centro de un bloque de hielo, que vive esperando la llegada del verano.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡¡Me ha encantado esta reflexión metafísica!!
Silvia